Jose Martí y Maximo Gomez ¡desembarcan en Cuba!
por Pedro Roig J.D.
El 24 de febrero de 1895 había comenzado en Cuba la guerra “justa y necesaria “ de José Martí. Ante esta realidad, no había altenativa para los que fraguaron la guerra desde el exilio que ir a la lucha en Cuba. Máximo Gómez, el indomable General en Jefe del Ejército Mambí, en carta a Antonio Maceo había marcado la ruta. “No nos queda otro camino que salir por donde se pueda y como quiera”.
El primero de abril, mientras Antonio Maceo y sus hombres desembarcaban en Cuba, Máximo Gómez, José Martí y cuatro patriotas embarcan en Cabo Haitiano en una pequeña goleta al mando del Capitán Bastián rumbo a la isla Gran Inagua, del archipiélago de las Bahamas.
El 3 de abril, los expedicionarios descubren que el Capitán se niega a cumplir su compromiso de llevarlos a Cuba. Máximo Gómez escribe en su Diario de Campaña: “Por fin la tenacidad de Martí, ha logrado arrancar a este hombre cruel, 400 pesos …. A las dos de la tarde entra en puerto un vapor alemán de carga que va para Cabo Haitiano y resolvemos tomar pasaje en él”. [Diario de campaña. Máximo Gómez. Edición Homenaje, Archivo Nacional, Noviembre 18, 1940. p. 286].

El día 5 a las 6 pm se embarcan en el “Nordstream” ajustando con el Capitán, quien promete ayudarlos al desembarco en Cuba. De regreso a Cabo Haitiano se dispersaran por la población para no ser notados. El día 10, el vapor sale con rumbo a Gran Inagua. Allí compran un pequeño bote de remos. EL vapor parte esa misma tarde para Jamaica, con la promesa de llevarlos cerca de las costas de Cuba.
Jose Martí, escribe en su Diario: “Pasamos rozando a Maisí y vemos la farola. Yo en el puente a las 7:30 pm, oscuridad, movimiento a bordo. Capitán conmovido.” [Diario de José Martí, incluido en la edición homenaje del Diario de Máximo Gómez pag 289].
A las ocho de la noche el “Nordstream” se situa a 3 millas de la costa Sur de Cuba. Máximo Gómez escribe en su diario: “El vapor se detiene un momento y rápidamente se descuelga un bote, se carga de armas y pertrechos y caen dentro de él seis hombres que cualquiera diría que son seis locos. Ninguno de los seis somos marineros, y echamos mano a los remos….yo he agarrado el timón que apenas entiendo que al fin se zafa y se pierde… Ya son las diez de la noche y no hemos podido llegar a tierra… La Providencia no nos desampara; el chubasco calma, la noche se aclara y la luna empieza a alzarce por oriente… La fortuna nos depara un recodo, “La Playita”, allí dirigimos nuestra embarcación y como por encanto estamos en tierra [Ibid, Gómez, pág 328] a las 10:30 de la noche del día 11 de Abril de 1895, superadas las dificultades, Máximo Gómez y José Martí desembarcan en Cuba. Emocionado, Gómez, el duro veterano, besó la tierra.
Los expedicionarios se reparten la pesada carga de armas y equipos, internándose en las altas montañas. Gómez guiando con su brújula marcha al frente con rumbo Norte. Casi de madrugada salen a un llano donde ven un pequeño caserío. “Nos resolvimos llamar y la suerte nos deparó gente buena cubana… nos dan café.” [Ibid, Gómez 328]
Les informan que están en la jurisdicción de Baracoa, que el jefe cubano de la zona es el comandante Félix Ruene y continúan la marcha. El día 12 los expedicionarios encuentran una cueva llamada “el templo” en la margen del pequeño río “Caratere” en las empinadas montañas de Oriente y hacen campamento.[Ibid]
Los soldados de Ruenes, están en la urgente búsqueda de Gómez y Martí y en efecto en la tarde del día 14, una patrulla cubana los encuentran y parten hacia Vega Batea para reunirse con Félix Ruenes. La entrada al campamento mambí fue cariñosa y entusiasta. Gómez describe a Ruenes como: “hombre de buena educación, muy querido y respetado de sus soldados”[Ibid Gomez 330]
Con alegría, la tropa está reunida y Ruenes presenta a Gómez y a Martí. El General Gómez se dirige a sus veteranos, seguido por Martí, el magistral orador del exilio que por primera vez habla en un campamento de guerra. El Apóstol se siente profundamente emocionado. EL 15, Martí escribe: “Gómez, al pie del monte…me dice,que aparte de reconocer en mi al Delegado del Ejército Libertador, por él su Jefe, electo en consejo de jefes me nombra Mayor General. Lo abrazo. Me abrazan todos.” [Ibid Marti 292]
El 25 de abril, Gómez y Martí llegan a Arroyo Hondo, donde José Maceo libra victorioso cambate con los “Indios de Yatera” valerosos combatientes al servicio de España. Horas más tarde José Maceo se abrazó con su viejo y querido jefe, Máximo Gómez por quien sentía lealtad y profundo cariño. A Martí, por quien también tuvo José Maceo especial admiración, le regaló un hermoso caballo que Martí cabalgó hasta su muerte en Dos Rios.
Al amanecer del 26 escribe Martí. “A las 5, abiertos los ojos, colt al costado, machete al cinto, espuelas a la alpargata y ¡a caballo!.” [Ibid, Martí 301] A José Martí le faltaba vivir el trago amargo de la reunión con Antonio Maceo en la Mejorana [Mayo 5 1895] pero galopaba sereno junto a Máximo Gómez y los curtidos veteranos, que su incansable voluntad de lucha armada había hecho realidad. Martí iba feliz al encuentro de su destino de Apóstol de la libertad de Cuba.