EL PARTIDO REVOLUCIONARIO CUBANO
Por Pedro Roig J.D.
El 5 de enero de 1892 se fundó en el exilio el Partido Revolucionario Cubano.(PRC)) que fue factor esencial en la lucha de los cubanos por la independencia . Su función ha de comprender dos gestiones principales: (1) recabar fondos para la guerra y (2) organizar sus fuerzas militares. En este último descansa uno de los grandes logros de Martí que consistió en unir a los más prestigiosos jefes de la Guerra de los Diez Años.

En agosto de 1892, Martí viaja a Santo Domingo, residencia de Máximo Gómez, con el propósito de ofrecerle su antiguo rango de general en jefe. Esta reunión y la aceptación de Gómez a la invitación de Martí marca un hecho de enorme importancia en la vertebración del nuevo organismo militar al sumar el prestigio del indiscutido jefe a la guerra que prepara Martí.
En efecto, el Partido Revolucionario Cubano, que encabeza José Martí, es un moderno órgano político que ofrece dirección estratégica y la revelación del genio pragmático del Apóstol que con su incansable vitalidad y carisma, fortalece las múltiples tareas y renueva un sostenible sistema de financiamiento, que a través de las cuotas de los numerosos clubes de exilados, contribuyen a reunir los fondos necesarios para adquirir las tres naves y equipos bélicos que llevarían a los principales jefes mambises, a dar inicio a la Guerra de Independencia.

Martí desarrolló una incansable labor de proselitismo visitando los principales núcleos de cubanos desde Nueva York hasta Cayo Hueso. El 27 de noviembre de 1891, en conmemoración del criminal fusilamiento de los ocho estudiantes de medicina, pronuncia en Tampa uno de sus memorables discursos con la sugerente imagen de que la joven generación está presente en la lucha por la libertad de Cuba. Dijo Martí: “Rompió de pronto el sol sobre un claro del bosque y vi sobre la hierba amarillenta erguirse en torno al tronco negro de los pinos caídos, los racimos gozosos de los pinos nuevos: Eso somos nosotros, pinos nuevos.”
El Apóstol poseía en altísimo grado, el poder de la oratoria, que destaca las dimensiones de su liderazgo que conmoverá profundamente a los exilados, porque Martí era un brillante orador en el sentido más pleno de la expresión. A lo que suma un indoblegable carácter y una extraordinaria visión de líder pragmático que hace del Partido Revolucionario, un excelente organismo de recaudación financiera y lleva a la primera fila de la insurrección a los veteranos mambises.

La noticia de que Máximo Gómez había aceptado la jefatura del Ejército de Liberación dio credibilidad al trabajo de Martí y contribuyó en gran parte a que los más destacados veteranos de la Guerra de los Diez Años se unieran a los preparativos insurreccionales. La aceptación de Antonio Maceo coronó su labor preparatoria. A principios de 1895 muy pocos cubanos conocen la magnitud del plan para sorprender a España y a los cubanos autonomistas, con un poderoso alzamiento.
Para fines de 1894, José Martí y el Partido Revolucionario Cubano, decidieron utilizar las rústicas facilidades del pequeño y aislado puerto de La Fernandina, cerca de Jacksonville, Florida para las embarcaciones y equipos militares necesarios para iniciar la guerra. Todo estaba listo.
Nota: La próxima semana trataremos el desastre de Fernandina.
– Pedro V. Roig
Pedro V. Roig, historiador (University of Miami,1974) y abogado (St. Thomas University,1989) es Director del Centro Cubano de Estudios Estratégicos, autor de numerosas monografías, ensayos y libros sobre temas históricos y políticos. Veterano de la Brigada 2506, Director de Radio Televisión Martí (2003-2010). Roig pertenece a la generación de cubanos que no han tenido descanso en la lucha por la libertad.