En torno a “La Guerra de Martí”
En torno a “La Guerra de Martí”
Por Luis E. Aguilar
Ha publicado Pedro Roig una excelente contribución a la historiografía cubana. Su libro “La Guerra de Martí”, es obra sería, en razón de las numerosas fuentes consultadas, amena, porque el estilo evita muchas de las hipérboles patrióticas que por nuestros lares abundan. Más aún, el libro, ceñido a un recuento bélico de la guerra de independencia, valora objetivamente las virtudes y debilidades de los tres ejércitos contendientes: el cubano, el español y el norteamericano. Sin dejar de realzar el heroísmo de los mambises, Pedro Roig señala lo que algunos historiadores cubanos se empeñan en soslayar: el efecto devastador que las enfermedades tropicales tuvieron sobre el ejército español. Una sola cita del autor resulta abrumadora: “En la guerra de Cuba, (1895-1898) las tropas españolas tuvieron 2,161 muertos en combate; y ¡más de 53,000 muertos de fiebre amarilla y otras enfermedades tropicales!”.
Las ilustraciones del libro son una grata sorpresa por su nitidez y las citas, cuyas fuentes son siempre escrupulosamente mencionadas y que validan la información. A ratos, los textos que Roig menciona, provocan contemporáneas comparaciones. Qué abismo sugerente, por ejemplo, se percibe entre el nihilismo del lema castrista ‘Patria o muerte’, y el sabio y patriótico consejo que da Gomez a Maceo, “no le aturde su osadía… no olvide la sensatez del viejo aforismo, el de los denodados pero prudentes guerreros, qué son los que meten miedo: Se debe vivir glorioso para la Patria antes que morir por la gloria, y nada más”.
Ateniéndose a su misión de historiador bélico, Pedro Roig apenas si cruza, los escabrosos temas políticos que envuelven a la contienda independentista. Menciona el conflicto Martí-Maceo, rectifica la severidad del juicio sobre los autonomistas, apunta las graves consecuencias que para el futuro de la república tuvo la falta de coordinación entre el gobierno civil y los mandos militares. Pero no cae en la incursión analítica. Sólo al final, cuando describe el cuadro de una Cuba ya ocupada por los norteamericanos se le escapa un sugerente y susurrante treno. Al describir cómo Máximo Gómez le entrega a un puñado de cubanos la bandera que ondeó en Peralejo, Pedro Roig comenta que en esa bandera desecha y rasgada por las balas enemigas, se refugiaban la angustia y la esperanza de un pueblo.
Nos deja, pues, Don Pedro en los meros umbrales de una independencia custodiada por la angustia y la esperanza. No era su misión otra que el relatarnos la guerra. Al firmar la paz, el historiador Roig, a quien se le adivina el anhelo por cruzar tal peligroso umbral, clava su pluma y deja al lector ponderar el horizonte de problemas que se extiende tras la independencia.
Como todo buen libro, “La Guerra de Martí” hace germinar en el lector un enjambre de dudas y cuestiones. Muchas de ellas se agitan desde hace años en la conciencia cubana, en espera de serias y sosegadas exploraciones. Acaso sea hora ya de analizar pausadamente, sin desmesura, algunos temas más serios de nuestra historia.
Martí quería una guerra justa y breve que evitara tres grandes males que él bien claro avizoraba: a) La destrucción de la economía de la isla, b) la entronización de caudillos militares y c) la intervención de los Estados Unidos, cuyas inquietudes expansionistas Marti había percibido. Pues bien, la guerra fue larga y destructiva; durante la contienda el gobierno civil se invalidó ante el poder militar y finalmente, los Estados Unidos intervinieron e impusieron una paz sin presencia cubana. ¿Se malogro el sueño del Apóstol? ¿Qué quedó, pues, de la “guerra de Marti”?
Aspiro a que estas tremendas preguntas alienten a Pedro Roig, cuya obra aquí saludo, para que, como esforzado y cabal historiador que es, empuñe de nuevo la pluma y cargue contra esos desmesurados gigantes que ocupan nuestra historia.
Este artículo fue publicado en octubre de 1984
Pedro V. Roig, historiador (University of Miami,1974) y abogado (St. Thomas University,1989) es Director del Centro Cubano de Estudios Estratégicos, autor de numerosas monografías, ensayos y libros sobre temas históricos y políticos. Veterano de la Brigada 2506, Director de Radio Televisión Martí (2003-2010). Roig pertenece a la generación de cubanos que no han tenido descanso en la lucha por la libertad.