Nace la República de Cuba libre 20 de mayo de 1902
Por Pedro Roig J.D.
El 20 de mayo de 1902 es una fecha de celebración para la nación cubana, que marca el nacimiento de la República como una democracia representativa. En este día memorable los cubanos emprenden el difícil camino de desarrollar las instituciones libres (por primera vez en su historia), que aseguran y protegen sus derechos individuales, la propiedad privada y la economía de mercado, factores esenciales para el progreso económico, con plenos derechos y libertades individuales, pero una independencia degradada por el Artículo III de la Enmienda Platt a la Constitución de 1901, que dio a los Estados Unidos el derecho a intervenir en Cuba: “Para la protección de la vida, la propiedad y la libertad individual”.
Hay pocos casos en la historia de Cuba donde un tema ha dominado tan completamente un período como la Enmienda Platt. El efecto ha empañado las importantes diferencias entre libertad e independencia. Para el liderazgo político y financiero de los Estados Unidos, el gobirerno de España había negado al pueblo cubano la necesaria experiencia de autogobierno que incluye la práctica del equilibrio consensual del poder político, la seguridad para la inversión de capital y el comercio. La Enmienda Platt era la salvaguarda necesaria para la paz interna y la estabilidad económica mientras que para los cubanos que lucharon a sangre y fuego por la independencia fue un doloroso golpe. Pero es evidente que el 20 de Mayo de 1902 fue el día de la Libertad.
La Constitución de la República de Cuba de 1901 aseguraba a los cubanos los derechos civiles y libertades individuales nunca antes vistos en nuestra historia. Su Carta Magna garantiza el disfrute pleno de la libertad.
Con la Nueva Constitución y la Enmienda Platt vigentes el general Leonard Wood convocó elecciones presidenciales en Cuba en diciembre de 1901. En efecto los cubanos se preparaban para asumir la máxima autoridad del gobierno de la República. Máximo Gómez, el venerable héroe de la guerra, apoyó a Tomás Estrada Palma, figura noble y respetada como ex presidente del Gobierno en Armas durante la guerra de los Diez Años [1868 – !878] y el eficiente sucesor de Martí al frente del Partido Revolucionario en el exilio, encargado del suministro de pertrechos militares y combatientes para a los mambises en la guerra de 1895-1898.
El otro candidato fue el general Bartolomé Masó, insigne patriota que desde los primeros días se unió a Carlos Manuel de Céspedes en 1868, encabezó en Oriente el inicio de la guerra de 1895 y fue presidente del gobierno rebelde en 1898. Máximo Gómez viajó a Estados Unidos donde se reunió con Estrada Palma y presentó la idea de su candidatura a la presidencia. Estrada Palma aceptó.
La campaña se hizo controversial y violenta; ni siquiera los héroes legendarios fueron respetados. Mientras hacían campaña en Camagüey y Manzanillo, una multitud, a favor de Masó, atacó con piedras a Máximo Gómez. La mayoría de los cubanos reaccionaron con horror pero la violencia se presentó muy temprano en la vida política de Cuba
La primera elección de la República fue traumática. Masó afirmó que la Junta Central de Elecciones estaba controlada por sus adversarios políticos y retiró su candidatura. Estrada Palma ganó las elecciones sin oposición… De hecho, el verdadero ganador fue Máximo Gómez, que realizó una campaña incansable en toda la isla en nombre de Estrada Palma. El presidente electo desembarcó en Gibara, Oriente, y el 20 de abril de 1902 se reunió con Masó en Manzanillo, donde los dos viejos patriotas se abrazaron en un gesto simbólico de unidad.
Había mucha emoción y alegría en el pueblo a medida que se acercaba la fecha para la transferencia de poder. Los cubanos entendieron la magnitud histórica. La Constitución garantizaba la plena libertad. El 20 de mayo de 1902, se dio inicio a la transición del primer gobierno de la República de Cuba . La ceremonia oficial tuvo lugar en el palacio de los antiguos Capitanes Generales españoles, donde el general Leonard Wood transfirió el gobierno de la isla a los cubanos. Máximo Gómez el indomable jefe mambí, alzó la bandera de la Estrella Solitaria, que ondeó como un beso de la patria libre: “gallarda, hermosa, triunfal”. Profundamente emocionado, Gómez, mano firme durante 30 años de heroísmo e inmenso sacrificio, declaró: “Creo que hemos llegado”.
Pedro Roig es historiador, abogado y Director del Centro Cubano de Estudios Estrategicos.