TOMA DE VICTORIA DE LAS TUNAS
Serie: La Guerra de Independencia (1895-1898)
Por Pedro V Roig, Esq.
El 28 de agosto de 1897, más de 1700 mambises a las órdenes del Mayor General Calixto García Iñguez, apoyados por tres piezas de artillería, pusieron sitio a la importante ciudad fortificada de Tunas o Victoria de las Tunas, como se le llamaba oficialmente, en la provincia de Oriente.
El Sistema defensivo de la ciudad contaba con tres Fuertes de sólida construcción con aspilleras, alambres de púa y otras defensas complementarias como los Fuertes No 10, No ll, Bailen, Victoria y Aragón entre otros, más las posiciones fortificadas de la iglesia, el hospital y otras instalaciones de mampostería. En total 600 soldados de línea y 200 voluntarios, asistidos por dos piezas de artillería Krupp.
Las tropas cubanas, concentradas por órdenes del Mayor General Calixto García en el campamento Curana, a 6 km de Tunas, incluía Jefes y batallones mambises desde la trocha de Júcaro a Morón hasta Baracoa. Presentes estaban los jinetes de la caballería de Camagüey y la curtida infantería de Guantánamo, Santiago de Cuba, Bayamo, Jiguaní, Manzanillo, Holguín, Baracoa y la brigada de las Tunas, apoyados por una batería de 3 cañones al mando del Teniente Coronel del Ejército Libertador cubano, Frederick Funston. (que posteriormente alcanzó el grado de Brigadier General del Ejército de EE.UU.)
La artillería cubana fue emplazada en la Loma del Cura. Al amanecer del día 28 de Agosto, los batallones cubanos estaban listos y esperaban la orden para atacar las defensas de la ciudad. La artillería mambisa dio inicio al combate, descargando la metralla sobre el importante cuartel de la caballería española. El enemigo respondió concentrando el fuego de sus cañones Krupp en la Loma del Cura.
El General Mario Garcia Menocal y el coronel Carlos García Vélez,( hijo del Mayor General Calixto Garcia) peleando como leones, avanzaron al frente de sus tropas sobre las defensas Españolas en ese sector, y con el certero fuego de la artillería mambisa callaron las baterías enemigas que hacían estragos en las filas cubanas. El General Menocal fue herido en el combate y trasladado a un hospital de Campaña. Valiente entre valientes, Menocal llegó a ser el tercer Presidente de la República de Cuba (1913 a 1921). En el fragor del combate murió el Teniente Coronel Ángel de la Guardia,el joven oficial que acompañaba a José Martí cuando cayó “de cara al sol” en Dos Ríos.
Al amanecer del 29 de Agosto los cubanos controlaban la mitad de la ciudad pero los defensores peleaban con su tradicional tenacidad y valor, en espera de refuerzos que no llegaron. El día 30 era evidente que la batería mambisa había virtualmente demolido las principales defensas de la ciudad. Finalmente a la 1 pm del día 30 de Agosto, Victoria de la Tunas se rindió al Ejército Libertador Cubano.
El insigne patriota Calixto García Iñiguez , héroe de la Independencia, había alcanzado la más importante victoria de su vida al servicio de la libertad de Cuba. Se capturó un enorme botín de guerra. Las cifras totales ascendieron a dos cañones Krupps, 1,163 fusiles mausers, los mejores de su época, un millón de tiros y gran cantidad de alimentos y medicinas. Las bajas españolas fueron 161 muertos, 176 heridos y 409 prisioneros. Los mambises tuvieron 29 muertos y 60 heridos. Los médicos cubanos atendieron a todos los heridos, tanto cubanos como españoles.
Profunda impresión causó en España la noticia de la victoria insurrecta en Tunas. Se temía que después de la captura de tan importante plaza, ninguna otra ciudad de Oriente estuviera segura. Las críticas contra Weyler arreciaron en las tribunas. El 11 de septiembre el Heraldo de Madrid pública: ‘Sin los esfuerzos que el Gobierno ha venido haciendo para esconder a la nación el verdadero estado de la Guerra en Cuba, engañandola con las noticias de pacificaciones y victorias, de su exclusiva invención, la pérdida de Victoria de las Tunas, no hubiera producido en el espíritu público la honda impresión que por todas partes se advierte… La gente ha visto claro y ha podido medir la magnitud de la farsa de que ha estado siendo víctima… ¿Para llegar a tan mezquino resultado ha dado España 200 mil hombres y miles de millones de pesetas?” (Heraldo de Madrid, septiembre 11, 1897)
La rendición de Victoria de las Tunas propició la coyuntura política que ayudó en Madrid, al descrédito de la fórmula militar de Weyler. El Jefe del Gobierno Praxedes Mateo Sagasta no perdió tiempo en anunciar el relevo de Weyler de su mando en Cuba. El 4 de octubre en rueda de prensa, el Jefe del gobierno español declaró: “anularemos completamente la política de los dos últimos años en Cuba”. El 20 de octubre, el general Valeriano Weyler, presentó su renuncia a la Capitanía General de la isla, alegando que no consideraba apropiadas las reformas políticas que propiciaba el Gobierno de Sagasta que incluían la autonomía para el gobierno de Cuba.
La renuncia fue aceptada en Madrid a pesar de las violentas protestas de la milicia de voluntarios y comerciantes españoles que apoyaban la permanencia de Weyler en el mando de Cuba. El 29 de octubre de 1897, Valeriano Weyler embarcó en el vapor “Montserrat”. Con él se marchaba la radical consigna de pelear por Cuba; “Hasta el último hombre y la última peseta”. Para España se abría el capítulo de hacer valer la autoridad de la Autonomía en Cuba.¿Sería posible o llegaría tarde?